lunes, 28 de diciembre de 2009

¿Un final feliz?

Mis labios se sellan, son incapaces de expresar el mas mínimo atisbo de realidad. Pasan las horas y rodeado de un inmenso bullicio, sigo sin conseguir expresar absolutamente nada. Solo soy capaz de observar, de creer estar viendo lo perdido que esta este mundo. Tan perdido que lo único que parece tener sentido es seguir sus reglas y dejarse llevar sin pensar en nada. Me siento atrapado, atrapado por este concepto irracional del mundo.

Tal vez el futuro del mundo se halle en mejores manos si nos olvidamos de descubrir cosas nuevas y nos concentramos en recuperar nuestro pasado.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mensajes a un muro de geniales artistas

- "El viaje más barato es el del dedo sobre el mapa"

- "El ladrón es un mago sin aplausos. El robado es un ingenuo engañado"

- "El filósofo es un viajero fracasado"


- "Atracción: física, intelectual, irracional..., a veces somos como imanes, alguien nos atrae o nos repele de una forma natural"

- "Cuando el viento se enfada coge un cubo y lo lanza lejos"

- "Príncipe de los enredos, rey de la nada"

- "Algunos arboles crecen agachados para que los niños puedan jugar con ellos"

- "Lazos invisibles, necesidad de relaciones, obsesión por una persona o lo vivido con ella"

- "Ser una bala pérdida o alguna que va a alguna parte"

- "Tantas personas diferentes como interpretaciones, solo un mismo código nos hace iguales o diferentes"

- "Silencio, bendito silencio"

- "Los idiomas están ideados para el uso del poder. Quien no domina el código, no tiene acceso a él"

lunes, 21 de diciembre de 2009

Esquiando


Viento helado, sol que ilumina la nieve resplandeciente, nubes que observan desde su viaje como quien mira por la ventanilla del coche un paisaje en constante movimiento. Me levanto por encima de la montaña ligero como un pájaro, para luego descender a toda velocidad por este bello paraje blanco, donde hace años otra vida natural habitaba.

Emoción y alegría acompañan mi descenso, mis dedos fríos se preparan por si llega el momento de la caída, mis músculos en tensión acompañan el suave movimiento deslizante. Me siento libre y veloz. La montaña y yo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Revoltijo


Revoltijo, desorden, liberación de ideas y emociones. Pensamientos, sensaciones, simplemente yo y mi mundo. Una vez alguien dijo que el centro del mundo era uno mismo, ya que la percepción que de él tenia partía de él mismo. Yo pienso: vivid vuestros mundos porque son únicos en el universo.

El mundo de fantasía

Me voy del mundo de fantasía, con mis teorías aún en la mano, cierro despacio la puerta y me voy sin hacer ruido. Una vez mas, dejo atrás un mundo que me fascina, pero en el que no tengo cabida mas que unos pocos instantes de mi vida. Supongo que quizás llegue un día en el que pueda volver y vivir de nuevo la magia de aquel maravilloso lugar. De momento, seguiré observando y aprendiendo desde mi pequeña isla, como mantenerme mas tiempo en ese mundo la próxima vez.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La vida moderna

Un trasiego de almas recorre arriba y abajo miles de caminos. En un sistema dominado por el ansia de poder, las posesiones y el dinero. Aún no saben que pasara después, quizás algún día cuando acaben con el planeta, aprendan a comer monedas y billetes.

Ausentes a un mundo que no comprenden, se dejan llevar sabiéndose muy bien que son el centro del mundo. Al menos de su mundo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La princesa de los colores y el pequeño errante


Erase una vez una princesa que amaba los colores, vivía en un castillo donde todo era blanco y negro. Le gustaban mucho estos dos colores, y conocía de sobra la buena armonía que había entre ellos. Así que, preocupada por la posible perdida de armonía con la presencia de otros colores, prefería no combinarlos con otros colores en su castillo. Era una princesa muy sabia, y siempre había tenido muy claro como quería que fuera su vida en el futuro.

Un día de mucho calor, en una playa cercana a su castillo, se encontró con una persona muy peculiar, se trataba de un hombre de pequeña estatura, delgado, con aspecto descuidado y distraído. Este hombre se dedicaba a acumular experiencias y emociones en su vida, sin plantearse nada a largo plazo, sin ningún objetivo claro y solido en su vida. No sabia de donde venia, ni tampoco hacia donde se dirigía, y para la incredulidad de nuestra princesa, tampoco le importaba no saberlo.

Sin embargo, este hombre era capaz de disfrutar con la belleza natural de cada cosa, de ser feliz en cualquier lugar, sin necesidad de tener nada en concreto. También le encantaba mezclar colores y verlos en la naturaleza, sobretodo en los momentos de mayor intensidad. Y todo esto causaba gran admiración en la princesa.

A partir de ese primer encuentro en aquella playa, la princesa y el pequeño errante se encontraban casi todas las tardes en aquel u otro lugar donde poder disfrutar de los colores, de las opiniones sobre la vida, de interpretaciones artísticas, de secretos y otras muchas cosas. Así, un día, el errante quiso compartir uno de sus viajes a ninguna parte con la maravillosa princesa, y el nuevo mundo que la princesa le mostraba, un mundo donde ambos podían encontrar la armonía ante una realidad de incesante cambio.

La princesa dubitativa finalmente acepto la invitación, y ambos salieron en busca de nuevos colores de los cuales poder disfrutar. En su viaje pasaron por lugares en apariencia inhóspitos, pero a su paso, montones de colores brotaban debajo de sus pies. Nuevos colores aparecían constantemente y la propia naturaleza parecía que se esforzara por hacerlos sentir como en casa.

Tras disfrutar de tan intensas emociones, ambos regresaron a sus lugares de origen. De pronto este maravilloso mundo, dejo paso a otro mundo, donde cada uno ocupaban papeles muy diferentes, así que pasaron un tiempo intentando comunicarse a través de las estrellas y la luna. Bellos mensajes surcaban el cielo bajo la atenta mirada de la luna, y en ocasiones conseguían reunirse y tratar de recordar aquellos intensos colores que tanto les habían emocionado.


Algún extraño lazo unió estas dos vidas, y quizá los colores conspiraran para ello. Sin embargo, el pequeño errante no podía vivir lejos de sus lejanos colores, y la princesa tampoco quería dejar su castillo blanco y negro. Así, que ambos hicieron un pacto para conservar tan bella y colorida conexión. El errante buscaría nuevos colores que pudieran estar en armonía con el blanco y negro del castillo de la princesa, y quizás algún día ambos pudieran disfrutar de los mas bellos colores en un nuevo y armonioso castillo multicolor.