lunes, 21 de diciembre de 2009

Esquiando


Viento helado, sol que ilumina la nieve resplandeciente, nubes que observan desde su viaje como quien mira por la ventanilla del coche un paisaje en constante movimiento. Me levanto por encima de la montaña ligero como un pájaro, para luego descender a toda velocidad por este bello paraje blanco, donde hace años otra vida natural habitaba.

Emoción y alegría acompañan mi descenso, mis dedos fríos se preparan por si llega el momento de la caída, mis músculos en tensión acompañan el suave movimiento deslizante. Me siento libre y veloz. La montaña y yo.

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