martes, 26 de enero de 2010

Viaje en tren por el mundo de los mutantes

Al entrar un asiento ya ocupado me había sido asignado. Debidamente ordenados, cada cual ocupaba su lugar, como en la vida, donde cada cual representa su papel. Delante, tres distraídas veinteañeras muy arregladas, con maletas rosas y accesorios de todo tipo, ocupan su viaje hablando sobre chicos, fiestas y otros habitantes habituales de la noche. A mi lado un hombre muy grande, con apariencia ruda por fuera, pero seguramente delicado por dentro. Detrás una madre con su niña de seis años, bien cuidada y adornada con dos infantiles coletas a lo Pipi Calzaslargas. Al otro lado una chica vestida de "gótica", con aspecto misterioso, esconde una mirada de critica y rebeldía.

Yo arrinconado por el gran hombre en mi asiento junto a la ventana, observaba, sientiéndome espectador de tan bello y complejo espectáculo. Me acurruco en mi libro de viajes ("Australia", otro bonito rincón del mundo donde me encantaría perderme). Con los auriculares puestos me dejo llevar por las historias de una tierra lejana y misteriosa. Acompañado por el sonido de una delicada guitarra, me pregunto..., ¿a que juegas tú?.

Mientras tanto, un mundo se mueve tras la ventana sin apenas darme cuenta. Un dulce vaivén me lleva con cuidado y delicadeza hacia otro lugar.

lunes, 18 de enero de 2010

Huyendo

Las calles aún dormidas escuchaban aquellos pasos decididos. El silencio, la humedad y el rumor de un nuevo día asomaban tímidamente cuando el ruido del motor resurgió de su quietud. Tras colocar cada cosa en su sitio y emprender un nuevo viaje, un cielo rojizo y pletórico en su amanecer asomo para recibirme con sus primeros rayos. El sol con todas sus galas anunciaba el inicio de la batalla.


Apenas pude darme cuenta cuando mis pies ya recorrían la montaña, de nuevo me encontraba rodeado por un inmenso verde lleno de color y vida. Los habitantes de aquel lugar observaban atónitos como un reguero de rápidos corredores luchaban contra el tiempo marcado en unos pequeños, pero poderosos relojes, que brillaban en sus muñecas controlando sus movimientos. Mientras tanto, miles de células respiraban al unisono con cada pisada, salto o respiración.

Una gran explosión de fuerza se hizo patente en aquel lugar. Finalmente, llegaron las lagrimas, el sudor y el dolor, que se unieron de nuevo para expresar el sufrimiento de un cuerpo que lucha insistentemente por llegar a su destino, por encontrar su lugar cueste lo que cueste.

Siempre en movimiento, sin rumbo ni dirección. Rápido como el viento, pero también lento y sin pausa, como las blancas nubes recorriendo el inmenso cielo azul. ¡Corre!, corre sin mirar atrás...

jueves, 14 de enero de 2010

Corazones puros

Como si de un cuento se tratara, como arrastrados por el viento sucedió, se encontraron un día frente a frente, una fuerza magnética los atraía con fuerza de una forma misteriosa. Dos mundos paralelos empezaron a fusionarse lenta e inevitablemente, dando lugar a una bonita mezcla de colores. Juntos con alegría y emoción se contaban lo vivido con anterioridad. Un estallido continúo de emociones surgía con miles de colores maravillosos de sus corazones. En sus ojos se podía ver el brillo de la vida, el brillo y la emoción de encontrar un gran tesoro.

Y así, como protegidos por un escudo de felicidad crearon juntos una bonita y transparente obra de arte. Bonito fue el mensaje que dieron al mundo: "habla o actúa con una mente pura, y la felicidad te seguirá, como tu sombra, inquebrantable".

sábado, 9 de enero de 2010

No es lo mismo ver que mirar

- Esto es el amor: volar hacia un cielo secreto, causar que se caigan cientos de velos en cada momento. Primero soltar a la vida. Finalmente, dar un paso sin pies.

- Si acaso dormimos somos somnolientos, si acaso despertamos estamos en sus manos. Si acaso lloramos somos su nube llena de gotas de lluvia, y si acaso reímos somos su relámpago en ese momento. Y si nos peleamos es el reflejo de su ira, y si alcanzamos la paz es el reflejo de su amor. ¿Quienes somos nosotros en este complicado mundo?

- Por primera vez en mucho tiempo, el reflejo de una mirada me hizo palpitar, aquel movimiento rítmico de su pupila me dejo sin aliento. Allí vi la esperanza del mundo, la sencillez de las personas detrás de todas esas mascaras que adoptamos, ese aliento de vida que quiere salir con fuerza para sanar el mundo. Me di cuenta de que realmente estaba vivo, y que este maravilloso regalo merece mi mejor sonrisa. Mi mejor cara para aportar a este mundo todo el amor que hay dentro de mi.