jueves, 4 de marzo de 2010

Azul

De nuevo ese agradable aroma invade mis sentidos. Mi suerte me ha llevado de nuevo a un mágico lugar. Como dos imanes que se unen con fuerza, se presenta hoy ante mi, el mar. Aún no hace demasiado calor, pero hay pequeños intrépidos que se aventuran en las frías aguas, hoy muy tranquilas, acompañándolos con el incesante movimiento de las olas.

Los rayos del sol ya acarician mi piel en un preludio de lo que sera un nuevo verano cerca del mar. Todavía es febrero, pero la falta de obligaciones y una cierta apatía por la vorágine humana, me acercan a su mágica paz.

En silencio, solo respirando y con los pensamientos ausentes, puedo sentir la alegría de la vida. Apartado por unos instantes de las complejas situaciones de un mundo lleno de preguntas, en continúo análisis y siempre con tanto que mejorar. Parece que nunca podrá estar todo bien, siempre habrá algo que arreglar o mejorar.

En ese instante escucho una voz: "¿Nos vamos?", y mi mente vuelve a iniciarse como cuando arranca un ordenador. Y así empiezo a ejecutar miles de acciones con milagrosa facilidad.

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