miércoles, 31 de marzo de 2010

Diagnóstico: No maduro...

Sí, creo que finalmente tendré que aceptar que soy muy niño, aún con mis 31 años no puedo evitar comportarme como un niño en muchos aspectos de mi vida. Y no creáis que es fácil ser un niño adulto, pero es mucho mas divertido que ser un adulto aunque a algunas personas les parezca poco productivo o inapropiado para los tiempos que corren. Para mi es algo que llevo pegado a la piel y me cuesta mucho trabajo separarme de ello. Sera que tengo muy desarrollado mi lado infantil, no lo se.

Y seguro que os preguntareis que requisitos hay que tener para ser un niño adulto, pues bien, os explico:

- lo primero es dejarse llevar, no planear nada e ir improvisando cuanto mas mejor
- decir todo tipo de cosas sin sentido
- jugar a ser otro tipo de personas o imitar a otras personas de forma graciosa
- no tomarse en serio casi nada en la vida
- huir de los compromisos cuanto mas lejos mejor
- enamorarse y desenamorarse con rapidez
- y básicamente, hacer lo que te de la gana

Como veis, puede parecer sencillo, pero no lo es cuando te das cuenta que no funciona bien en una sociedad como la nuestra, donde casi lo mas importante es el trabajo, lo material y la capacidad para hacer y tener mas que el vecino. Será por eso que casi todos los niños adultos tienden a la soledad. No lo sé, parece ser que al principio llama la atención y es divertido, pero con el tiempo deja de serlo y se acaba abandonando. Supongo que algún día aparecerá una niña adulta que me quiera acompañar y se divierta conmigo en este gran circo de marionetas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario